Fotografiar es escribir con luz. Escribir es ofrecer una senda de palabras y la luz necesaria para caminarla. Palabras de hierba o palabras de arena. Palabras de viento o palabras de nieve. Senda que acaricia. Senda que alborota. Senda que cruje. Fotografiar, como escribir, es iluminar paisajes, es mostrar caminos, es invitar a un viaje.

Os invito a que pongáis palabras a estas fotos. Os propongo un trueque: luz por palabras. Fotografías por relatos breves, haikus o cualquier cosa que huela a literatura...

Hay más fotos en mi web. Si os apetece literaturizar (¡!) alguna me lo decís y la pongo aquí.
Y agradezco a quienes el día de mi cumpleaños me regalaron un ramo de cuentos para mis fotos y me regalaron además la idea de este viaje que os propongo. Gracias a Ana, Pablo, Fofo y a Relatos para leer de pie Viajando por la Vida La Guarida del Coyote Anita Dinamita Palabrería en mal estado ¿Quién se come mis galletas? Diario de Anonimamente Aprendiz de palabras Haikum Relatos encallados Los jardines de Puck



martes, 19 de octubre de 2010

Llamada


Acércate, he tejido una capa para envolver tu sueño.                                        ¿Quién se come mis galletas?

1 comentario:

  1. Ella era una arañita pequeña, que daba la espalda a la flor de un cactus que sólo florece durante una noche. De espaldas a ese prodigio, sólo pensaba en desayunar, supongo. Yo había madrugado para fotografiar ese cactus, antes de que sus flores murieran con el primer sol. Cuando terminé, me fui a desayunar. Después de todo, no somos tan diferentes.

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